Estimados la mirada del toro es larga, fija, intensa. El toro no ve demasiado bien, bizquea un poco. Hay toros que ven mucho de cerca y poco de lejos y al revés, o mal en uno y otro caso. Precisamente la cogida de Joselito en Talavera, se atribuía a un toro que, por congestionarse en el caballo, no veía de cerca y sí de lejos. Joselito después de dejar 1529 toros muertos por su mano, se equivocó y creyó lo contrario. Este fallo le costó la vida.
La mirada del toro se diferencia mucho entre la que se fija en la dehesa y aquella, encolerizada que clava en el lidiador. La primera diría que es pacifica, la de un buen animal, en el campo los ojos del toro tienen toda la dulzura y tranquilidad. Solo que esos ojos "negros y vivos", como los describía Davillier, en la plaza se encienden con ira. Ramón Solis en "el canto de la gallina", novela, hacía la siguiente pregunta del matador Manolo Carmona. ¿ Has observado alguna vez el misterio que reflejan las pupilas del toro?. Hay momentos en que parece decir. "Hagas lo que hagas te voy a coger". Según Sanz Egaña en que así como el oido es el primer sentido del toro, un oido finisimo, solo se arranca por la excitación visual. El toro dispone de un ojo pequeño, más chico que el caballo. Su vista baja, ve normalmente a la altura de la linea horizontal y por debajo, pupila horizontal, pero no hacia arriba. Padece miopia congénita. Divisa el bulto de lejos, por eso ve a los lados y abajo más que al frente. Acomete al objeto mas cercano, y al que se mueve.
Confesaba Rafael de Paula que al montar en alto la espada para matar un novillo lo sorprendió llorando, le caían lagrimones. A Pepe Luis Vazquez le pasó igual.
El olfato del toro bravo es de primerisima categoría. Husmea y ventea a distancia inusitada. Ventea la novedad. Ventean las tormentas, los vientos, el levante fuerte. El calor puede influir en el agotamiento del toro, pero esto es algo distinto a su bravura ingénita, a su fuerza. La fuerza unida a la agilidad. Como lo de saltar las barreras es un signo de mansedumbre, de buscar la huida por donde sea antes que enfrentarse con el torero y el picador que lo provoca, y descargar esa ira que los ganaderos le han inculcado seleccionandolo, pero asombra que una mole de 500 kilos salte con tanta facilidad al callejón. Bolero de Altozano en 1881, se hizo famoso porque saltó en Madrid al callejón 17 veces. Pero el viento y la lluvia no influye en la bravura del toro.
Cuestión a dirimir será el escarbar del toro, previo a la embestida, y para un gran mayoría sintoma de mansedumbre. En algunos casos si pero en otros no responde sino a a una más de las querencias en los ruedos, como puede ser la puerta de toriles por la que salieron, donde hubo toros muertos, y lo especificaba Pepe Hillo, remover la tierra con las pezuñas, batirla, a la busqueda quizás de una soterrada humedad. Son querencias naturales. Si es cierto que el toro en el campo escarba más que en la plaza, escarbando se echan tierra en el lomo para rascarse. Otro dicho a desmentir era que el pelo de los toros influía en su bravura. Pelo y no color, termino improcedente. El pelo se hereda pero no tiene nada que ver con que el toro sea más o menos bravo.Por ejemplo en ciertas ganaderias de hace 50 años se les exigía mucho al pelo colorado o castaño, por aquello de que ese pelo predominaba en las ganaderias mansas o de carne, entonces no se aprobaban más que la vaca cardena que fuera muy brava y naturalmente, los hijos resultasen mas bravos. Al generalizarse se tendió por dicho pelo. Hoy el predominante es el negro.
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