sábado, 8 de junio de 2013

XXVIII JORNADAS DE TAUROMAQUIA DE ALGECIRAS GANADEROS



 Estimados, moderado por el periodista del Diario de Cádiz Francisco Orgambides, se celebró una mesa redonda coloquio con los ganaderos Salvador Gavira (ganadería Gavira), Luis Algarra (ganadería Luis Algarra), Javier Nuñez (ganadería La Palmosilla), y Lucas Carrasco (ganadería Ana Romero).
Salvador Gavira comentó que su padre sobre los años 80 ya predecía la decadencia de la fiesta. Expresó que se dedica en cuerpo y alma a la ganadería, y que las figuras que mandan en el escalafón, son las que deciden junto al monopolio taurino. Manifestando que día a día desea configurar el toro que se exige en las plazas de primera, pues en base a su morfología no puede encajar los kilos necesarios, siendo una labor de pasito a pasito, pero que espera y desea conseguir. Se hizo mención a que el toro bravo no recibe subvención de ningun tipo, y que los piensos, han triplicado el precio, por lo que cada día es una apuesta que se resuelve con una afición desmedida.
Luis Algarra expresó el legado que les dejó su padre, llevandolo todo con ganas e ilusión.
Javier Nuñez empezó relatando que se hizo aficionado en la plaza de toros de Algeciras. El toreo dijo está pasando momentos delicados, indicando que de aquí a algunos años no quedaran más de 8 ganaderías en la provincia de Cádiz, ya que debido a la reducción de festejos y a la manida crisis, se estan quedando muchos toros en las ganaderías y en los mataderos. Que no obstante es optimista y que unos pocos no van a acabar con una fiesta con raices y con vaivenes en diferentes epocas saliendo siempre airosa.
Lucas Carrasco indicó que la ganadería de Ana Romero, encaste Santa Coloma, es de las que más ha lidiado en Algeciras, junto a los Pablo Romero. Siendo un poco pesimista en cuanto al panorama, debiendo de enganchar a los jovenes, y sobre todo de tomar ejemplo del pais vecino Francia, donde se exportó la fiesta y donde hoy en día tenemos que tomar ejemplo del blindaje, de su forma de confeccionar los festejos en cuanto a la variedad de toreros y encastes, y de una afición que vive la fiesta, antes, durante y despues de los espectáculos taurinos. Asimismo comentó que los ganaderos deberían tener voz en los reconocimientos, dejando al lado a los veterinarios y al presidente. Merece este comentario, describir que los peores enemigos de la fiesta se encuentran en una mayoría, dentro de ella. Pues los veterinarios (3), son personas designadas al efecto, con sus conocimientos en base a su licenciatura en Veterinaria, y bien definida su función en los Reglamentos, donde se contempla el reconocimiento de los animales atendiendo a su encaste, morfologia, movilidad, defectos, etc, y atendiendo al tipo de la categoria de la plaza. Por lo que flaco favor ejercemos a la fiesta, cuando queremos quitar de un plumazo por intereses propios, a un vigilante de la pureza de los festejos taurinos. Y es aquí donde radica gran parte de los males de la fiesta, en la confluencia de tantos intereses encontrados (toreros, ganaderos, empresarios, apoderados), nadie quiere ceder y cada cual campa a su propio beneficio e interés, sin conseguir la verdadera unión de todo el toreo.

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