Estimados sabemos que el afeitado de los toros está taxativamente prohibido en las plazas de toros de 1ª y 2ª categoría en corridas de toros y novilladas con picadores. En los veterinarios recae la responsabilidad de dictaminar la posible manipulación de las astas, y que será comunicada al Presidente del festejo, teniendo el ganadero si está de acuerdo sustituir a las reses presentadas, en caso contrario seran lidiados bajo su responsabilidad y deberá firmar un certificado de asuncion de compromiso para los posteriores analisis que efectúe el laboratorio correspondiente en materia de espectaculos taurinos, conforme a la posible manipulación artificial de las astas. Si el ganadero se negase a firmar dicho documento la res será rechazada por la Presidencia. El reconocimiento de los cuernos de las reses lidiadas o devueltas, en su caso, en las dependencias de la plaza, consistirá en el examen de su aspecto, externo a fin de comprobar las alteraciones visibles en las superficies de aquellos.
El reconocimiento post- morten se practicará por los veterinarios de servicio en presencia del Presidente, Delegado de la Autoridad y con asistencia del ganadero o su representante, y si lo desean de los diestros actuantes quienes podran nombrar a un profesional en materia veterinaria de libre designación. De este hecho se levantará acta, asimismo se precintará el recipiente de embalaje, colocandose en su interior e introducidos en una bolsa de plastico o material impermeable, los documentos a los que hemos hecho alusion junto a las astas. Los cuernos seran cortados en el desolladero de la plaza de toros enviandolos integramente al laboratorio en materia taurina.
El examen de las astas en el laboratorio aludido consistirá en una medición con una cinta metrica desde el origen, situado en el nacimiento del pelo hasta la punta del pitón. A continuación mediante una sierra mecanica, se procederá a su apertura quedando el cuerno de la res dividido en dos partes, interna o concava y externa o convexa. Seguidamente se medirá mediante un pie de rey, la longitud de la zona maciza desde el extremo saliente oseo hasta la punta del pitón.
El toro al cual le manipulan las astas entra en una manga, que desemboca en un cajon o mueco de curas y donde verdaderos especialistas se encargan de estas faenas. Los ganaderos le echan la culpa a los toreros de que no quieren torear con reses en punta, y les exigen estas practicas y los toreros dicen que son los ganaderos, unos y otros son responsables de tales aberraciones. Un dato importante es que despues de todo lo relatado es muy dificil que se pruebe que haya existido manipulación, pues se recurre hasta lo maximo cuando no prescribe el expediente pasando al cajon de los olvidos.
Pero quien es el que paga tales actuaciones, pues en primer lugar el animal que sufre estas practicas, despues el aficionado que paga para ver un espectaculo integro, y quiere riesgo y emoción, quedando reducido a un evento falseado y despreciado por los verdaderos aficionados de verdad.
Por lo tanto queremos un espectaculo cultural en toda su extension, con el peligro que conlleva enfrentarse a un animal bravo, con toda su raza y casta, sin manipulaciones, y ante verdaderos gladiadores que deben de conocer a su oponente su encaste, sus querencias etc, y si no es capaz de esto, es que no tiene afición ni vocación para una profesión donde es verdad que se juega la vida, pero que si no es así se debe de ir a su casa y dejar su sitio a otro que tenga valor. Por eso NO AL AFEITADO DE LOS TOROS.
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