Estimados, tenemos motivos para observar que la afición a los toros en nuestro vecino pais de Francia avanza a pasos agigantados, superando a todos los paises del espectro taurino.
Francia cuenta con unas 50 plazas de toros operativas concentradas en la franja sur del pais. Según los aficionados franceses los toros son vistos como parte de la cultura y de la personalidad mediterránea. Asimismo fué el primer pais que declaró los toros Patrimonio Cultural Inmaterial, para blindar la fiesta. Pero la afición francesa no se queda solo con su asistencia a las plazas sino que se prolonga con todo tipo de actos de peñas, clubs taurinos, excursiones para visitar ganaderias de bravos, y viajes para asistir a corridas de toros en España. En algunas plazas de toros al margen de las corridas de toros, se practican las corridas camarguesas (consistentes en coger unos adornos que se colocan en la cabeza del toro), y las corridas de Las Landas ( recortadores). Alrededor de los cosos existen diferentes puestos y tenderetes con articulos taurinos, como existen muchos asistentes que van ataviados con ropa con motivos taurinos. En Francia también existen los antis pero la mayoria de la sociedad francesa respeta la libertad personal de elegir.
El aficionado francés suele ser torista, prefiere en la plaza el toro que da emoción, que se desplaza, el toro duradero, el toro de variado encaste, dandole mucha importancia a la suerte de varas.
Suelen repetir ganaderías que triunfan en dichas plazas, con toreros que estan dispuestos a lidiar encastes duros. Me remito a las gestas de Javier Castaño en Nimes con su encerrona con los de Miura, que fué todo un exito con sus 5 orejas cortadas y en la que el protagonista fué el toro y los toreros (oro y plata), con las arrancandas de los toros a los caballos, con la musica acompañando en la puya y a los banderilleros, y con la muerte suprema realizada en la suerte de recibir a una distancia de 12 metros. Otra gesta es la de Fernando Robleño en Ceret con los de José Escolar y sus 4 orejas en una tarde para el recuerdo, con un premio al picador Gabin por su actuación, y la sabiduria y firmeza en la lidia de estos toros, consagrando a este diestro en la corridas duras, terminando el festejo con los gritos de los aficionados de "torero, torero", no abandonando la plaza hasta mucho más tarde de que acabara el festejo.
Todos estamos en crisis y con dificultades, pero en la variedad, en la afición y en la aptitud para afrontar este desierto está la clave para que la Tauromaquia perdure, y con esta afición francesa creo que toca las teclas de la supervivencia de la Fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario