NUEVAMENTE VICTORINO VUELVE A PONER LA EMOCION Y TRANSMISION, SALVANDO LA FERIA DE ALGECIRAS

 

                                                   Victorino Martin, A, Ferrera y el mayoral Felix Majadas

Estimados, día grande el vivido ayer en Las Palomas, con menos de media entrada en los tendidos se lidió una gran corrida de toros de Victorino Martin con matices, y es cierto que está el aficionado hastiado del toro bobalicón, sin trapio ni emoción, que cuando sale el toro pidiendo los papeles, con peligro, con transmisión, nadie come pipas en la plaza. Y habrá controversia sobre el toro 4º de nombre Verones, negro entrepelado, y cinqueño, que fué indultado. El toro fué al caballo, es cierto que una vez pero apretando con los riñones, alegre en banderillas y en la muleta un prodigio de embestida, gateando haciendo surcos con el hocico en el albero, rebosándose una y otra serie, con emoción, con fijeza en el engaño, ante un torero capaz de sacar ese fondo de bravura y casta, todo por abajo y en el centro del ruedo, me dirán si no es el culmen de la Tauromaquia, pasaran muchos años para los que estuvieron en la plaza vivir algo así, y quedará en los anales del coso de Las Palomas este indulto que puede ser el de más consistencia de los vividos desde que se inauguró el coso en el año 1969. Enhorabuena al ganadero Victorino Martin por criar en esa alquimia de casta y bravura a una animal en estas condiciones y que como Cobradiezmo traiga muchos descendientes con esa similitud, asimismo al torero Antonio Ferrera que desplegó todo su repertorio, entendiendo los cites, distancias, y series ligadas y templadas que ejecutó.

Antonio Ferrera, lidió en primer lugar un toro de nombre Portezolano negro entrepelado, ovacionado a la salida, al que fué dosificando porque estaba con las fuerzas justas, a base de consentir extrajo series mejor a izquierda con naturalidad y emoción, con la derecha sin la ayuda ligó alguna serie rematada con pases de pecho, finalizando de estocada algo caida. El cuarto toro de nombre Verones negro entrepelado, con trapio, largo, degollado de papada, y acodado de pitones,  salió con muchos pies, poniéndole en la distancia y empujando con los riñones al picador. Buen tercio de banderillas de Angel Otero y Alberto Carrero. A Ferrera se encaramó a la plataforma del tendido para brindar el toro al maestro Ruiz Miguel, otro gladiador curtido en mil batallas, que se encontraba radiando el festejo en los micrófonos de Canal Sur radio de Juan Ramón Romero, quizás hubiera sido más torero hacerlo desde el albero, pero cosas del maestro, a continuación se dirigió al centro del ruedo, con el toro fijo en la muleta, las series por el pitón izquierdo como por el derecho fueron una obra de arte, la embestida gateando, haciendo surcos en el albero humillando, prodigio un natural que levantó a los espectadores de su asiento y que duró una eternidad , la emoción y la transmisión del toro y torero no se puede describir con palabras, el toro continuaba una y otra vez embistiendo con ese son característico de este encaste, la plaza era un hervor pidiendo la vida para este sensacional  y magnífico toro, y el Presidente teléfono en mano atendiendo al reglamento, pidió su parecer al ganadero Victorino Martín y este accedió a que este toro vuelva a la finca para ser semental de esta legendaria ganadería.

Manuel Escribano en el segundo toro, con una entrada al caballo mal ejecutada, buen tercio de banderillas, llegando a la muleta falto de fuerzas, no obstante ligó series a base de adelantar la muleta y con suavidad llevarlo muy tapado sobre todo por el pitón izquierdo, fallando con la espada. En el quinto otro toro de bandera, quizás algo más terciado, de nombre Mindango, negro entrepelado, lo recibió a portagayola, quizás dificil de remontar después de lo vivido, discreto paso por el caballo, buen tercio de banderillas, y en la muleta Manuel torero firme y acostumbrado a estas lides, recetó series ligadas y templadas, a un toro con fijeza, humillación, transmisión, y de embestida a la mejicana, entendió a la perfección lo que pedía el toro, dando reposo y asiento, fueron muchas series por los dos pitones hasta que el toro hizo por mirar a las tablas con la intención de rajarse, naturalmente no cabía el perdón, finalizando mal con la espada, se le concedieron las dos orejas excesivas y el torero lo sabía, pero quedó otra faena para el recuerdo y un torero que debe de estar acartelado en muchas ferias, injusto mundo del toro.

Miguel A Pacheco torero de La Linea de la Concepción y que llevaba algún tiempo sin pisar el albero de una plaza de toros , ya es una heroicidad anunciarse después de tanto tiempo y si es con una corrida de Victorino Martín con más mérito. Lidió en tercer lugar un toro cinqueño, de nombre Esquilero, y con la pañosa siempre dispuesto y firme, el toro noble reponía en exceso y a punto estuvo de venir el percance, quizás por la bisoñez y el poco oficio en estas lides , no encontró la manera de encontrarse a gusto, no obstante hubo alguna serie meritoria por su firmeza y valor, finalizando con una buena estocada algo caida. En el sexto otro cinqueño de nombre Colombiano, buenas veronicas, brindis al empresario Carmelo, otro buen toro, aquí quizás estuvo más entonado, interpretando series con mando y armonía, muy firme tratando de alargar la embestida, series ligadas y templadas finalizando de estocada entera.

Antonio Ferrera de grana y oro en azabache, una oreja y dos orejas y rabo simbolicos,

Manuel Escribano de gris plomo y oro, ovación y dos orejas

Miguel A. Pacheco de rosa palo y plata, una oreja y una oreja.

Extraordinaria corrida de toros de Victorino Martín , en el tipo de la casa ,con 2 toros de bandera 4º y 5º bravos y encastados,  1º y 2º con menos fuerza, 3º con muchas teclas, 6º buen toro con fondo.

Y como decía un buen amigo al finalizar el festejo, el año que viene tres corridas de toros, una de Victorino Martín, una de Miura y otra de Dolores Aguirre, no cabe duda que si el toro no tiene emoción y en ocasiones peligro este arte no tiene fundamento ni sentido, si uno no se levanta del asiento ante lo que está observando en el ruedo, nunca vamos a captar al espectador y aficionado que quiera ver no una obra de teatro sino un espectáculo en vivo y en directo con el toro como eje fundamental con casta y con bravura como lo que hoy hemos contemplado en el coso de Las Palomas.