Debido a la ultima reunión de los matadores principales en el escalafón, el Ministro del Interior se ha comprometido para que los toros pasen a depender del Ministerio de Cultura, pero bajo mi opinión no creo que sea la panacea y que resuelva el problema de los antitaurinos. El problema de Cataluña es un asunto con tintes politicos no extrapolable a otras comunidades, por lo tanto es algo exclusivo, la fiesta necesita por fuera y por dentro que su integridad sea palpable, aqui los matadores, ganaderos tienen mucho que decir y que hacer, que no exista fraude en el toro, que no haya afeitado (por lo menos en plazas de 1ª y 2ª), los sorteos deben de ser escrupulosos sin distinciones, puntualidad en las labores de las corridas de toros, como espectaculo con riesgo y trascendencia debe de estar rodeado de profesionales cualificados (presidentes, veterinarios, delegados de la autoridad etc.). Las figuras deben de tener menos intervencionismo y de preocuparse de que exista emoción en el ruedo, de procurar que el aficionado que paga una entrada estime que ha merecido la pena, que ha existido riesgo y de que ha estado a la altura de lo que debe ser un espectaculo en el que se baten el cobre un animal noble, bravo con un ser humano cuyos recursos son su capote, muleta, su expresividad, su concepto del toreo, y su valentía.
Si queremos que los empresarios puedan obtener beneficios, menos pases de favor, menos subvenciones municipales pues se trata de un espectaculo privado aunque viene de lejos en las tradiciones de los pueblos de tener en las fiestas un espectaculo taurino subvencionado.
Deberían de unificarse los reglamentos existentes en todo el territorio nacional pues en cada comunidad existen diferentes medidas de banderillas, petos, rejones etc. Los que existen deben de ser respetados y exigidos en su cumplimiento, por lo tanto debe de existir autoridad, los profesionales que no estando cualificados o que sus ordenes no se ajustan a derecho no deben de seguir impartiendo justicia.
Las ganaderias deberian de enseñar por un precio simbolico al publico, como se cria un toro de lidia, las labores de campo, desde que nace el becerro hasta que sale a la plaza, donde en las condiciones exigidas en los reglamentos puede ser indultado y volver a la ganaderia como semental para futuras camadas.
Por estas y otras razones creo honestamente que los toros estan bien donde estan, pero cumpliendo cada cual con su cometido profesionalmente.
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